jueves, 9 de septiembre de 2010

¿El avión?

Hoy, alrededor de las 12:30 del día, con el sol calcinando cada poro de mi piel,
caminaba lento, lento. De pronto me encontré cansada y me detuve para sacar mi
credencial de estudiante y poder hacer efectivos los últimos cinco pesos en mi
cartera. Mientras tanto reflexionaba que, más allá de mis impredecibles
circunstancias, son mis percepciones paradójicas las que me llevan a posponer
diversos procesos burocráticos. Algo así como negación involuntaria, conveniente e
inconveniente a la vez. Volví en sí cuando el camión que debía tomar, pasaba
frente a mi cuerpo inerte, caluroso y hambriento.