Abro los sentidos a los cimientos deficientes
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la obstrucción integral
Soy tal libre como quiero
Abro los sentidos al hermetismo institucional
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la burocracia repugnante
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a los intereses particulares
Soy tal libre como quiero
Abro los sentidos al oscurantismo deprimente
Soy tal libre como quiero
Abro los sentidos al egoísmo excluyente
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la prolongación de las desigualdades
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la interpretación dualista
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la hegemonía coercitiva
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la arbitrariedad magisterial
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la doble moral siniestra
Soy tan libre como quiero
Abro los sentidos a la división sistematizada
Al fetiche exponencial de conveniencias políticas
A la antitética negación instruida y sus zapatos remendados
A la percepción equívoca
A la crítica superficial
A la ignorancia prohibitiva
A los dictámenes omnipotentes
A la enseñanza flagelada
A la opresión desertora
A la imposibilidad destructiva
A la jerarquización paternalista con la cual
Creas y destruyes
Creas y destruyes
Creas y destruyes
destruyes
destruyes.
Abro los sentidos, bien abiertos a la hipocresía
Al compromiso condicionado en su egocentrismo
A la conciencia artificial
A la violencia cultural
A la inducción al deterioro, a la resignación
A la retrógrada ambición obstaculizadora del ascenso
A la exigencia desvirtuada (re)producida en frustración simbólica.
Abro los sentidos y tú,
Beberás tu propia parafernalia
Alzarás las copas a la voracidad
Brindarás por la adquisición excedente, silenciosa
Sonreirás a la simulación
Engrandecerás los colmillos
Mientras yo, me rehúso al envenenamiento para:
!Ser tan libre como quiero!.
Karen Márquez.
