martes, 17 de septiembre de 2013

E.P.V.1.0: Oda al sonido de A.R. y a la naturaleza.

E.P.V.1.0: Oda al sonido de A.R. y a la naturaleza.
o de la Novela gráfica: Cerro Colorado.

“Reclíneme sobre una roca avanzada hacia su interior y dirigí hacia abajo mi mirada. Mis cabellos se erizaron instantáneamente. El sentimiento del vacío se apodero de mí ser. Sentí desplazarse en mí el centro de gravedad y subírseme el vértigo a la cabeza como una borrachera. No hay nada que embriague tanto como la atracción del abismo.” 
-Julio Verne

Recomendación: Antes de despegar seleccione un campo visual:

esfera brillante/ danza de los círculos misteriosos/ perspectiva/ estrella nevada/ diente de león/ espiral profunda/ nación electrostática/  horizonte sinuoso/ filo ocular/ matriz de gemas/ torbellino sepia/ intermitencia tenue/ túnel del tiempo/ caleidovisión/ nebulosa química/ loto/  turbulencia en verde/ calma relativa/ espray onírico/ humo flotante/ expiración arácnida/ la vida en fresa/ vuelta al mundo/ el ojo del huracán/ ondulación musical/ selección aleatoria/

¿Por qué actuamos de tal manera? ¿Es porque tenemos la libertad de hacerlo? Base free se reproduce. BF=(f)ree(z)be+++

Demonios convexos.
Ser olvido. Impermanencia. ¿Estamos predeterminados? ¿Seremos siempre el límite de lo insuficiente? Aterriza una nave en mi corazón de espuma. Mis manos son de nube. Las palpitaciones provocarán un terremoto y yo me iré pedaleando por la vereda, indefinidamente solo yéndome, como deslizándome piedra abajo. Olvidándome por completo de la fe. Para algunas flores será terror, caos sin miseriocordia. La misericordia es el más fálico decoro de los atormentados de nuestra era. Ya no abriga la miseria en su origen sino que se vuelve necesidad. Necesidad de corazón. Por eso yo abro el mío como un manto. Crepuscular. Lo abro al mundo. Giro mi cuerpo como un péndulo de música para escuchar bajo la lluvia de mis ojos. Es fácil perderme en el oasis, es tan bello. ¿Por qué ir en búsqueda de la verdad, y de la voluntad?
Es así que los conductos entre el musgo de nuestros recuerdos se vuelven congelamiento de pureza y orden. Hay un Dios devorándome por dentro. Lo siento porque sus ecos y dis-plays de IDM se repiten en mi corazón intermitente. El mundo no nos va a esperar. Estamos en la antesala del capricho. Óyeme cuando mi canto se filtra entre tus circuitos. He dejado de creer en los ejércitos de soñadores. No somos soldados del bien poético ni de ninguna alegoría  de la esperanza. Creo en la transfiguración del cielo, señor arcoíris. Aquí se escuchan los cuervos por las ventanas de mis ojos, me siguen, me acorralan, han olido la tierra húmeda que habita dentro de mis uñas y se integra de manera sublime a mi carne. Vienen por mi carne muda, no la escucho, se esconde debajo de mi sombra.
Los días son respiraciones ondulares y nostálgicas, son el puente para llegar al campo de lotos mágicos, lotos germinando como diásporas de sonrisas electrónicas, y para eso es necesario prescindir del tiempo. Allanar en la locura y barrerse por los conductos de la tierra. Comerla. Respirarla. Como ratón de campo azaroso por la noche.  
El decir: “aquí me encuentro”, no refiere a una posición geográfica, ni a la inercia de los cuerpos suspendidos. Quiero decir, me encuentro cuando despego mis ojos de la tierra y asciendo a un laberinto de luces, sombras y ramajes. Estoy sumergiendo mis pies en un estanque de petróleo. Mis pupilas son del color de las nubes.
     Porque también hay que saber reconocer a nuestros demonios, aquellos que nos habitan y se ríen de nuestro delirio por la dualidad vida/muerte. Estoy suspendida en las formas. No hay escala numérica en las emociones de un solitario halcón desértico como yo, quiero decir que amar se convierte en una ecuación aritmética, en la sensación de nacimiento, de alumbramiento, amar se vuelve mutación de piel, de orden, aparición de escamas entre el vello que creí pertenecía a mi cuerpo. Amar es tener la voluntad de arrojarse como polen por el viento. Diluirse en un escupitajo de ave. Y es que nadie conocía aquel matiz de fuego. El labriego cazador de dimensiones dijo: “estoy diseñando un plan de navegación”. El ratón de campo dijo: “Puedo volar cuando repito la palabra “viento””, “pero con esta clase de barcos, nunca puede predecirse lo que va a durar el viaje”. Ahora  hay un dragón expandiéndose a través del sonido, puedo oír su gemido avasallante.

UNCIÓN DE LOS COLORES.

“Mas a quien el pueblo aborrece, como al lobo los perros, es al espíritu libre, el enemigo de las cadenas, el que no adora, el que habita los bosques [...] Veraz llamo yo al hombre que se retira al desierto sin dioses, y ha roto en pedazos su corazón venerador. Entre la amarilla arena del desierto, quemado por el sol y abrasado por la sed, dirige miradas veladamente ávidas hacia los oasis abundantes en fuentes, allá donde, entre sombras de árboles, reposan seres vivos. Pero su sed no le lleva a imitar a aquellos comodones: pues donde hay oasis, allí hay también imágenes de ídolos. Hambrienta, violenta, solitaria, sin Dios: así se quiere a sí misma la voluntad-león. Liberada de los placeres del esclavo, redimida de dioses y de adoraciones, impávida y aterradora, grande y solitaria: así es la voluntad del hombre veraz. En el desierto han vivido siempre los veraces, los espíritus libres, como señores del desierto [...]
-F. Nietzsche

Siempre abatiéndome entre el umbral y la soga que es el declive... No hay prisa por entender. Nunca la ha habido. De mi boca salen espirales que se van como cometas. Llueve oro sobre la faz de mi mano que es también desierto árido. Me eché a volar un día pero quien coloreaba el cielo era una liebre con alas verdes. Luego se convirtió en halcón, descendió sobre mi hombro y me hizo cosquillas. El halcón es puente entre un punto y otro. Mensajeros herederos de la voluntad de fuego. En quimeras yo me expongo ante tus ojos-dextro.
El árbol. El árbol ve por las entrañas del aire. Yo lo descubro porque soy el viento que golpea mi tanque lleno de flores secas como un incendio de pastizal.
Ascendimos una vez que el humo salió de nuestras fauces. La liebre encuentra un escarabajo anciano muriéndose. Revuelca su cuerpo en la tierra. Muere. Hay un túnel de luz a través de las hojas del árbol. Aquí bajo el sol celebraremos el fin de tus días, ya no vivirás de esta manera, ni de ninguna otra, pequeño comelón de hojas. Las has vuelto secas y duras, ya el viento surcará con ellas, así ronda la música de los atardeceres. Lo que vuela a 900 km/h se vuelve lento como larva metálica. ¿Lo material es relativo? ¿Relativo a que, muchacha con mirada de halcón? Yo sigo ascendiendo, a mí nadie me culpe de la torpeza de quien trazó el primer mapa del infinito. Hay un conducto en la cavidad del cerro, en el canal que escurre polen y humo. Hay una flor devoradora de carne viva, mil piedras se avalancha sobre su corazón. Un láser hace de las rocas una obra de Pollock, deja ver su corteza de diamante y granito, civilizaciones de caracoles.

Visión static lovers. Cruje. Hay hoyos negros. Cuervos, colibríes y halcones fundan la nación de las aves negras. Nacen como soldados de la oscuridad. Existió un dios de 4 cabezas con una máquina de hacedores de voluntad, sus revoluciones se perdían en una brecha muerta. Me expando por los cielos, soy el pulmón de un mojave. Los mojaves son una tribu india que proviene del d'hamok-habi, quiere decir: 'tres montañas'. Del desierto del Mojave y del Cerro Colorado nace la jojoba. Ahora somos duendecillos tribales, nuestro legado serán los sueños tecnicolor que serán fuente de poderes supremos. Conmemoramos el ocaso del día 16. Los sueños son canciones y un ciclo de sonidos de sueños hace la historia de los reinos del mundo. Así los ciclos podrán ser un millar de canciones, o poemas o danzas al compás del viento arremolinado.  
Hay un beso de concordia en los matices. La muerte es equiparable al latido de un ave-digital. He podido hablar con Dios en la disolución de los colores. En las líneas que dibuja la sombra sobre el rostro del llano paisaje. Es la vereda que simula una nave de fuego vivo. Aun así, quisiera ver el brillo de tus ojos antes de que mueras, halcón de alas musicales. O mejor dicho, antes de que decidas morir, porque morir puede ser también una decisión, un acto de fe, una rebelión... la muerte como un rito, un canto, un recuerdo. Es así que me voy desorbitada bailando hacia las estrellas,  mi corazón se derrite y me salen gusanos por las cavidades. Halcón, vuela y siente la música que has creado con mis cabellos.






           

           
         
           

           
     
           

        

        

       

      


“¿Quieres paz espiritual y felicidad?, cree; ¿quieres ser un apóstol de la                        verdad?, entonces busca” –F.Nietchze.

“Incluso escuchar para mí fue nada más que un complemento del ver” –Fernando Pessoa

"Ritmo: anunciación que llega a la conciencia" -Saúl Ibargoyen

Inspired in: 

“Wucan” music video from Black Mountain
http://www.youtube.com/watch?v=3hgFJH0Auak 

Album “Tomorrow Harvest” from Boards of Canada
http://www.youtube.com/watch?v=11SzQHWlDiE 

Requiem for a dragonfly (Theme for a Remake of the Cold War) by Arthur Rainbow
http://www.youtube.com/watch?annotation_id=annotation_400731&feature=iv&src_vid=orfH7MtDUqY&v=KSuDEyQ7QdA 

Fotografía, edición y texto: Karen Márquez