martes, 22 de octubre de 2013

Trance traumático sin tiempo


“aa) No hay resuello ni constelaciones diminutas, todo es vaporosa caléndula, luminosa veta, circulo de luz exhalando si su ojo traspasa lo líquido, el campo dorado que dentro espora: muchacha espora blanqueciendo sobre su pupila crispada…” - Rocío G. Benítez

"todo microcosmos, toda región inhabitada, tiene un centro; esto es, un lugar que es sagrado por encima de todo". Mircea Eliade

"subiendo y bajando en la escalera cuyo inicio alcanza los cielos" (Génesis 28:12)


¿Qué fue de mi vientre
cuando fui volcán?
La lava ardía
Sofocaba mi ser entero
Fui despeñada
por un rayo congelado
luminoso
y punzante
que atravesó mi cavidad
de vagina dentada
Como el preludio
de la hecatombe
Que vio nacer el síncope
una y otra vez bajo las noches
Que se sumergió en su Madre
Y nadó hacia la morada
de su hermano Tacaná
¿Acaso se convirtió
en roca andesita
compuesta de cuarzo,
basalto y níquel?
¿Acaso se abrirá la tierra
de mi cuerpo?
¿Nacerán montañas,
Aves y ríos entre
columnas humeantes?
¿Acaso daré vida?
¿Resistiré a
la grieta del axis mundi?
¿O vacilaré
floreciendo en ish tam
como Jacob, el que pelea
con los ángeles...?

¿Qué fue
de mi vientre?


De confesiones y confusiones

“no sé qué decir, sólo estoy frustrando
 un deseo de haberte encontrado
 y saberte del otro lado de la tierra” 
–anónimo

“Qué gran silencio
Todo en suspenso
Qué vértigo de no verte
Retumbo
Como una campana” 
– Lasha de Sela



No persistiré más
A desdicha de mis deseos:
Si sucede, será porque así debió ser
Si no sucede, será porque no debió ser
¿Sabes? Yo también deseo que seas anónimo
No materializar este vuelco de incomprensiones
++
Es el sonido de creación del mundo lo que sucede en mi habitación
Pienso en que mi estado podría ser más lúcido ahora que en la realidad
Me siento demasiado ilusa-difusa
Me vuelvo transparente como un fantasma
+
Me despediré en tu sueño, así será ligera la respiración 
Nunca sentí tantos deseos de ocultar mi rostro
Son las 3 de la madrugada y he tomado una decisión:
Convertirme en caracol, o en crisálida, o en ola de mar
+++
Nunca antes experimenté tal misterio
¡Huye!
Yo revierto el hechizo para que andes
Luminoso, vacuo o a media tinta como sea tu voluntad
Me pregunto si de golpe apagues las calderas de tu desolación
¿Qué haremos con los kilómetros de nubes que nos dividen?
Ojos compuestos por miles de facetas sensibles a la luz
++
Sedas sensoriales
Pulmón de ave migratoria
Almas nómadas
Alma de malinche
Por favor no me recuerdes
O recuerda que fue un halcón quien otorgó matices
a la configuración del cielo y de la tierra

Recuerda esto:
Si me sonrojo no es por pena, enojo, o exaltación sexual
Si no que de mi sangre fluyen las corrientes como un río.


Aurora



Mi madre duerme. He fumado, tirado el humo a uno de los sacos que cuelgan en mi ropero. Escucho a Vivaldi. Fue intenso releer a Emmie. No recordaba lo cabrón que escribe. Me duele el pecho. Suenan ecos por los conductos de mis cavidades. Me has partido en dos de una estocada, verticalmente, sinuoso cuerpo desmembrado, uncida estoy por la viscosidad de mi interior. Con dos toques me he puesto demasiado. Sigo preguntándome si será la sustancia o mi propio veneno lo que me vuelve depresiva. Solían ser graduales los cambios de ánimo. Ahora son así, arrebatados, bruscos. Me siguen las sombras de mi habitación: una vela encendida, la lámpara a un costado de mi cama haciendo abanicos de luz sobre la pared. La pared es verde, yo reclino el lado izquierdo de mi rostro en ella, la siento fría como la temperatura de mi corazón. Porque también él se ha vuelto inerte y con tendencia al congelamiento. Pero brotan gotas, se aviva una corriente debajo de las faldas de mi corazón impávido. Se resiste. Pulsa de adentro hacia afuera, se hincha como la respiración de un toro, o de un caballo. Luego me vuelvo entera, tibia y agonizante, pero de cara al cielo que me ha visto llorar de madrugada. La voluntad-león atraviesa como rayo de sol de aurora. Ya viene. He de renacer. Quizá es lo que tratabas de decirme, pero yo no me he dado cuenta,
no me he dado cuenta, 
no me he dado cuenta, 
no.


Imagen: Aurora, por Guercino

Sound Verve Flux

I’m on the road
Going home
On the taxi 
Eating apple
Thinking by you...

El único sonido dentro del taxi es el de mis mordidas. Me siento como una loba masticando la carne de un conejo asesinado por un rayo de sol. Royendo huesos. Llenándome de carroña. Mi piel es una llama, fuego vivo. Ardo. Mis cenizas se esparcen y hacen remolinos y remolinos… hasta que me vuelvo danzante. Nazco en resonancias ~~~