martes, 14 de diciembre de 2010

I'll light a candle in remembrance...

La voluntad agazapada, el inconciente revelado tras el desgaste físico, emocional, los actos fallidos o lo que podría llamar, mis lapsus intro-retrospectare, toda circunstancia paradójica envuelta en una dialéctica determinante. Este, es tan sólo uno de tantos instintos manifestados en mis sueños.

Hoy martes, una tarde extenuante y de frío corporal, deseaba reposar la sangre y el pensamiento en una de mis gloriosas siestas burguesas. Intenté medir mi plácidez programando la alarma dentro de una hora, -pero entré profundamente en el sueño libre de cualquier inquietud respecto al tiempo-, y no, no lo olvidé, decidí no hacerlo. Al despertar, intento rescatar las más emergentes situaciones dento de mi sueño surrealista. Las imágenes en mi hipocondría vienen y van. Se trataba aquello de una especie de desafío en el que tenía yo que llegar a un lugar, no sé dónde, ni por qué. No existe una cronología, ni ecuanimidad, tampoco un discernimiento preciso, aunque sí alcanzo a percibir remembranzas de sueños pasados. Y bueno, lo sombrío resulta, un camino en ascenso dentro de un edificio, probablemente un hospital, donde me veía rodeada de personas afónicas. Intentaba entrar en elevadores, entraba y salía de habitaciones que parecían extraños pasadizos, esquivaba personas cuyos rostros no consideraba. En este momento se me vienen unas tonalidades mate, azuladas y oscuras a la memoria. De pronto me encontré en una habitación con un acompañante, a la cual llegaba tras la advertencia de un tercero. Recuerdo una inquietud respecto al tiempo, justo al encontrarme frente a una máquina de sodas, bueno, de esas máquinas industriales, pero ya no estoy segura de si se trataban de sodas. La indicación previa era saltar por la pequeña rendija de la máquina, pero yo no lo veía imposible, unicamente me costaba trabajo el hecho de saltar a donde no sabía cuál sería mi descenso, la decisión me tomo varios minutos hasta que me ví casi obligada por mi acompañante, introduje mi cuerpo dentro de la rendija y salté...
El indefinido y nebuloso acontecer se apago por completo. Me veo cayendo en un vacio eclipsado, pero no recuerdo sensación alguna ante tal declinación. El tiempo se detuvo, desperté, percibí el frío, aún, y volví al sueño sin trabajo alguno. Había caído yo en una singular piscina donde la tranquilidad y el alivio, son inexplicables y donde aguardaba mis ansias por una continuidad. No recuerdo más.


La causalidad atónita me ha recordado pasajes de Alicia en el país de las maravillas, uno de ellos, El descenso por la madriguera.



Sir John Tenniel's Ilustrations for Alice in Wonderland, 1865.


"Alicia", Salvador Dalí.

- ¿Quisiera Usted decirme qué camino debo tomar para irme de aquí?

- Eso depende, en mucho, del lugar a donde quiera ir. -resondió el gato.

- No me preocupa mayormente el lugar. - Dijo Alicia

- En tal caso, poco importa el camino. -declaró el gato.

- ...con tal de llegar a alguna parte. - añadió Alicia

- Oh!, pero usted puede estar segura de llegar, con tal de que camine durante un tiempo bastante largo.

Lewis Carroll.

"Apenas él le amaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hindromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba reclamar las incopelusas en un grimado quejumbroso y tenía que envolucionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas filulas de cariaconcia"

Cortazar, en Rayuela. Inspirado por los juegos de lenguaje de Carroll.


"It's dreamy weather we're on
You waved your crooked wand
Along an icy pond with a frozen moon
A murder of silhouette crows I saw
And tears on my face
And the skates on the pond
They spell Alice..."
Alice by Tom Waits